Quizás una de las mejores partes de vacacionar en esta isla es llegar a ella. Implica una mezcla entre aviones y barcos, que tras un par de largas jornadas y varios usos horarios de por medio desemboca en las rugosas costas salpicadas de bahías escondidas y calas multicolores de esta pequeña isla mediterránea. Es un viaje que empieza mucho antes de dejar la casa y se prolonga aún después de abandonar los idílicos parajes; una semana de descanso, regocijo, playa, gastronomía y caminatas que se prolonga por meses, pues en el diccionario corso no existe la palabra imposible.