Para encontrar las raíces de esta fiesta debemos hurgar entre los antiguos pobladores de Oaxaca. Como en prácticamente todas las culturas americanas, aquellos hombres le rendían culto al maíz o a alguna divinidad relacionada con él. En la zona de Oaxaca veneraban a Cintéotl, dios del maíz tierno que podía sumir el sexo masculino o femenino. El aquello lugares lo representaban con apariencia femenina. Así pues, a esta diosa se le rendía culto mediante danzas, ofrendas y grandes honores, además de que era el centro de atención durante ciertas celebraciones.