Este concepto es también conocido como turismo incluyente, ha evolucionado en el tiempo. Se puede definir como aquel que es practicado por personas que tienen alguna discapacidad genética o adquirida (física, motriz, cognitiva, auditivas, visual, etc.), que practican el turismo primordialmente en destinos turísticos donde encuentran facilidades y mejor atención. A través de la política pública turística se debe promover la disminución de las restricciones y barreras (física, sociales y culturales) en el entorno, para que las personas con discapacidad puedan practicar actividades turísticas de manera satisfactoria.